Virtualización, Linux en Windows

¿Quieres probar Linux sin desinstalar Windows? ¿Comprobar el funcionamiento de ese programa del que no terminas de fiarte? ¿Que tus hijos usen el PC sin borrar nada que no deban? La virtualización es la solución a todos tus problemas.

La virtualización parece una técnica reservada a webmasters, pero tiene múltiples aplicaciones en el hogar. Un PC virtual es un programita que corre en Windows, abre una ventana y, dentro de ella, voilá, hay todo un PC completo, independiente del ordenador real que tenemos delante. Hay dos aplicaciones de virtualización principales, además ambas son gratuitas: VirtualBox y VMWare.

En este artículo vamos a centrarnos en VirtualBox, que nos ha parecido la más sencilla de utilizar, preparando para ello un PC virtual con Linux (la popular distribución Ubuntu), e indicaremos, cuando las haya, las diferencias si le instalamos Windows XP.


Paso 1


Descarga e instalación


Accedemos a la web www.virtualbox.org/wiki/Downloads, donde podremos elegir la versión de VirtualBox que se ajuste a nuestro equipo. Lo normal, si tenemos un PC con Windows, es que escojamos el enlace VirtualBox 2.1.4 for Windows hosts x86, que descargará un archivo de instalación en nuestro PC (También en nuestros programas gratuitos se encuentra).

Lo ejecutamos con las opciones por defecto y VirtualBox se instalará en nuestro ordenador. Durante la instalación, aparecerá varias veces una ventana de Windows que nos avisa de que los controladores de Sun no están certificados. Faltaría más, siendo la competencia de Microsoft. Cuando aparezcan estos avisos, elegimos la opción Continuar.


Paso 2


Prepara una máquina virtual


O sea, pon en marcha un PC virtual. Arrancamos VirtualBox y pulsamos el botón Nueva, que nos mostrará el asistente de instalación. En la primera ventana, damos un nombre cualquiera a nuestra máquina e indicamos el sistema operativo que vamos a instalar. Seguidamente, pulsamos el botón Siguiente y especificamos el tamaño de memoria que vamos a dedicar a nuestra máquina, que será una fracción del total disponible en nuestro PC. Dejamos el valor por defecto.

A continuación, se prepara el disco duro de la máquina, que será un archivo de extensión .vdi que se almacena en nuestro disco duro real. Elegimos la opción de crear un disco Nuevo, del tipo Dinamically expanding storage y anotamos sus propiedades; es decir, indicamos un nombre y ubicación para el archivo que contendrá nuestro disco duro virtual y un tamaño, por ejemplo 10 Gbytes.

Cuando se crean los discos expansibles dinámicos, ocupan solo unos pocos Kbytes y, a medida que vamos grabando cosas en ellos, se van agrandando hasta el tamaño máximo especificado. Si en lugar de esto hubiéramos creado un disco de tamaño fijo, desde el mismo momento de crearlo, habría ocupado el tamaño indicado.

Con esto ya tenemos nuestro PC virtual con memoria y disco duro, que se mostrará en la ventana principal de la aplicación.


Paso 3


Adapta los periféricos


El siguiente paso es ceder a nuestro PC virtual algunos de los periféricos del ordenador real: una unidad de DVD, un lápiz de memoria, la tarjeta de red o la de sonido, etc. En general, los periféricos solo pueden pertenecer a una máquina. Si por ejemplo asignamos la unidad de DVD a la máquina virtual, al abrir la ventana Mi PC del PC real e intentar trabajar con el DVD, veremos que no tenemos acceso al contenido de dicha unidad. La excepción serían la tarjeta de red o la de sonido, que darán acceso a Internet a todas las máquinas virtuales y reproducirán sus sonidos.

Los periféricos los montaremos y desmontaremos en frío, es decir, con la máquina virtual parada. Muchos de ellos se pueden cambiar en caliente, pero esto solo funcionará en algunos casos, dependiendo del sistema operativo que instalemos en la máquina virtual.

Por ejemplo, para añadir una unidad de DVD, seleccionamos la máquina recién creada y pulsamos el botón Configuración. De la lista de periféricos, elegimos la opción CD/DVD-ROM y marcamos la denominada Montar la unidad de CD/DVD. Terminaremos este proceso eligiendo una unidad física de nuestro PC para asignarla a la máquina virtual.


Paso 4


Tarjeta de sonido y tarjeta de red


En la misma ventana de configuración, elegimos Audio, indicamos las opciones Windows DirectSound y el dispositivo de salida en que tengamos conectados nuestros altavoces. Con esto, ya hemos dado acceso a nuestra máquina virtual a los altavoces reales de nuestro PC.

Para que nuestra máquina tenga acceso a Internet (si queremos que lo tenga), elegimos la opción Red, para marcar a continuación Habilitar adaptador de red. Escogemos, si hubiera más de una opción, el tipo de tarjeta de red de nuestro equipo y, en el campo Attached to (conectado a), indicamos el valor Interface Anfitrión. Cuando configuramos una máquina virtual para que acceda a Internet, nuestro router interpretará que es una máquina diferente a todos los efectos y tendrá una dirección IP distinta de la del PC principal.


Paso 5


Otros dispositivos


Por su parte, para añadir periféricos USB, lo que haremos será confeccionar una lista de los que queremos que pertenezcan a la máquina virtual y, así, cuando ésta arranque, el PC principal interpretará que los periféricos se han desenchufado para conectarse a la máquina virtual.

En la ventana de Configuración, elegimos la opción USB y pulsamos sobre el icono Añadir Filtro. Al hacerlo, se mostrará una lista con los periféricos conectados al PC, elegimos el que queremos conectar y se añadirá un filtro (una entrada) a la lista de periféricos de nuestra máquina.


Paso 6


Carpetas compartidas


Por último, nos interesará poder transferir cómodamente archivos entre la máquina virtual y nuestro PC. Dado que son independientes y ambas están conectadas al router, podríamos simplemente configurar discos de red, pero hay otra forma más rápida de hacerlo.

Elegimos la opción Directorios Compartidos, pulsamos el botón Añadir y escogemos la carpeta del PC que vamos a compartir con nuestra máquina virtual, así como el nombre que le daremos a la carpeta al compartirla en red, que, por compatibilidad, conviene que sea una sola palabra.


Paso 7


Instala el sistema operativo



Ya llega el momento de ponernos con la popular distribución Ubuntu. Descargamos desde www.ubuntu.com/getubuntu/download la versión 9.04 de 32 bits.

El archivo que se descarga es una imagen de disco ISO. Podemos grabarla en CD o, lo más cómodo, montarla directamente en nuestra máquina virtual, que la reconocerá como una unidad de DVD con el disco de Ubuntu dentro. Accedemos a la ventana de Configuración de CD/DVD-ROM, como en el paso anterior, pero elegimos la opción de montar un Archivo de Imagen ISO, indicando la ruta en la que hayamos grabado el archivo descargado.

Una vez el disco con Ubuntu está conectado a nuestra máquina, la arrancamos desde el botón Iniciar y se abrirá una ventana que es nuestro PC virtual. Ya podemos utilizarla. El botón Ctrl del lado derecho del teclado (no el otro) es el denominado por VirtualBox como Host. Al pulsarlo, el ratón y el teclado reales conmutan entre nuestro PC y la máquina virtual. Seguimos los pasos que nos indica el asistente y realizamos la instalación de Ubuntu.


Paso 8


Arreglos finales


Cuando terminemos de instalar Ubuntu, tendremos problemas con la configuración de la pantalla y el acceso a red. El último paso es instalar en el sistema operativo de la máquina (Ubuntu) los drivers que faltan. Así, en la ventana de nuestra máquina virtual, elegimos la opción Dispositivos/Instalar “Guest Additions”, que montará un disco que el sistema operativo de nuestra máquina virtual reconocerá sin problemas con los drivers que necesitamos.

Si el sistema operativo de nuestra máquina es Windows, los drivers se instalarán solos, ya que el disco tiene autoarranque. Si es Linux, como en nuestro caso, lo haremos a mano. Accedemos a la opción del menú de Ubuntu Aplicaciones/Accesorios/Terminal, que nos permite introducir comandos de texto, y ejecutamos la instrucción sudo/media/cdrom0/VBoxLinuxAdditions-x86.run

Al hacerlo, nos pedirá la clave de usuario, ya que estamos modificando la configuración del sistema y, por último, tendremos que reiniciar la máquina virtual. Desde este momento, tendremos acceso para configurar el tamaño de pantalla, entre otras funciones. Las teclas Host+F seguidas de Host+G harán que nuestro Linux cubra completamente la pantalla.

Para acceder desde Linux a la carpeta que compartimos en el paso anterior, debemos ejecutar desde el Terminal las siguientes instrucciones:

mkdir red

sudo mount –t vboxsf docs red

La primera instrucción crea una carpeta llamada red en la principal de nuestro usuario, mientras que la segunda conecta dicha carpeta con la compartida que configuramos en el paso anterior. Hay que sustituir docs por el nombre que le dimos a la carpeta compartida al configurar VirtualBox.

Si el sistema operativo de nuestra máquina virtual es Windows, basta abrir la ventana Mi PC, elegir la opción Herramientas/Conectar a unidad de red y, en el campo Carpeta, escribir \\Vboxsvr\docs


Paso 9


Copias de seguridad


Ahora que has preparado tu máquina virtual e instalado el sistema operativo, te sugerimos que hagas una copia de seguridad del archivo .vdi que contiene el «disco duro» de tu máquina virtual, para restaurarla en caso de que surja algún problema. Salvo que hayas indicado otra cosa, encontrarás el fichero en la ruta de menú C:\Documents and Settings\nombreusuario\.VirtualBox\HardDisks.

Si lo que pretendes es tener varias máquinas virtuales iguales funcionando en tu PC, no basta con realizar varias copias del archivo .vdi, sino que debes replicarlo con el programa vboxmanage que encontrarás en la carpeta de instalación de VirtualBox. Los discos replicados tendrán un número de identificación distinto, lo que te permitirá tener varias máquinas funcionando a la vez. Pero, cuidado, el propio Windows detectará que son discos distintos y te obligará a activar cada copia.


Los límites de la virtualización



La principal limitación para todas las tareas viene de que estamos compartiendo los recursos del PC y nuestra máquina virtual funcionará con poca memoria y sólo una fracción del procesador, pero también hay otras derivadas del propio virtualizador (VirtualBox), que funciona «interpuesto» entre nuestro PC y la máquina virtual.

Se pueden leer y grabar CD y DVD, pero no utilizar aquellos programas (algunos ripeadores, por ejemplo) que accedan a la unidad de grabación a bajo nivel. Tampoco funcionará en Windows el modo de superposición de vídeo, lo que limitará el rendimiento de los videojuegos y de algunos programas de edición o reproducción de vídeo.

Con todo, la virtualización es una opción excelente para pruebas: para instalar un sistema operativo diferente sin tener que desmontar el que venía instalado de fábrica, probar un nuevo programa freeware que nos han recomendado, etc. También es una forma elegante de separar usuarios: desde la máquina virtual, nuestros hijos no podrán borrar nuestros archivos y la mayoría del malware tampoco afectará al PC principal.

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